Los correos electrónicos muestran en un juicio, el interés de la USC en los estudiantes adinerados
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Los funcionarios de la USC discutieron cuánto dinero podían donar algunas familias mientras deliberaban si avalaban a los hijos de esas familias como solicitantes “VIP”, según los correos electrónicos presentados recientemente en un tribunal federal.
Los abogados de Jovan Vavic, que fue despedido como entrenador de waterpolo de la USC en 2019 tras ser acusado de alterar las solicitudes de admisión, registrando a los estudiantes como atletas destacados a cambio de sobornos, presentaron los correos electrónicos para apoyar una solicitud de llamar a los funcionarios de la USC como testigos en su juicio, que comenzó esta semana en Boston.
Vavic se ha declarado no culpable de los cargos de chantaje, soborno y fraude.
Los fiscales dicen que Vavic conspiró con William “Rick” Singer, para engañar a la oficina de admisiones de la escuela a cambio de pagos a la cuenta del programa de waterpolo de la USC y de que Singer pagara la matrícula de la escuela privada de los hijos de Vavic.
Los abogados de Vavic dicen que la USC exigía efectivamente a los entrenadores que recaudaran fondos para sus programas. Uno de sus abogados, Stephen G. Larson, dijo previamente a The Times que el caso presentado contra Vavic “ignora la realidad de que, en la USC, la capacidad y la voluntad de los padres de contribuir a la universidad, incluyendo el atletismo, influía en las decisiones de admisión”.
Larson busca llamar a tres funcionarios actuales y anteriores de la USC para que testifiquen sobre las prácticas de recaudación de fondos de la escuela. Los correos electrónicos que presentó en la corte, dijo, muestran que Alexandra Reisman, Scott Wandzilak y Joseph Aguirre discutieron dar “un tratamiento de admisión preferencial para los hijos de los posibles donantes, incluso con el entrenador Vavic”.
En uno de los mensajes, Reisman dijo que había obtenido “información” sobre una familia que “nos iba a joder con un regalo”.
Reisman era Alexandra Bitterlin cuando se escribieron los correos electrónicos. Actualmente es directora deportiva asociada en la USC.
Una chica de la familia, cuyo nombre fue redactado, había querido un trabajo con el programa de fútbol de la USC “para apoyar al novio que está en el equipo”, escribió Reisman. “No deberíamos conseguirle un trabajo a la estudiante hasta que consigamos el regalo”, escribió en un correo electrónico, añadiendo: “Así que básicamente sin regalo, no hay trabajo”.
El correo electrónico de Reisman estaba dirigido a Donna Heinel, una ex funcionaria de la USC que se ha declarado culpable de fraude por avalar la admisión de solicitantes no cualificados a cambio de pagos a una cuenta de la escuela bajo su control. Heinel será sentenciada en junio.
“Ya han hecho bastante para que la admitan”, le dijo Reisman a Heinel. “Tienen que pagar”.
En otro intercambio, Reisman le dijo a Heinel que una familia había dado 30 millones de dólares a una universidad canadiense. “Gran potencial con ellos”, escribió. En un correo electrónico posterior, Reisman dijo: “Son como la familia Anheuser Busch $$$$”.
Pat Haden, entonces director deportivo de la escuela pidió a Reisman y Heinel “información actualizada” sobre un posible donante. “¿Es ésta la persona que se suponía que nos iba a dar los 2 millones de dólares o es su pariente?”. preguntó Haden. “¿Hay información sobre el chico que intenta entrar?”
Heinel recordó a Haden que se había presentado al hombre, cuyo nombre fue redactado, en “las gradas de Notre Dame”.
“Él es el que tiene el montón de dinero ... 2 millones de dólares”, escribió Heinel.
“Los 2 millones de dólares que [el hombre] aparentemente nos prometió sólo iban a llegar cuando su hijo aplicara, que es ahora”, escribió Reisman. “Esa es la razón por la que está aquí, visitando a Donna y a su hijo con las admisiones”.
“Vino el director diciendo que si el niño ingresaba [el hombre] apoyaría a la USC con $2 millones”, agregó Reisman.
Reisman, a quien las autoridades no han acusado de irregularidades, “niega inequívocamente haber solicitado donaciones a la USC para la admisión”, escribió en documentos judiciales Glenn MacKinlay, un abogado de Boston que representa a Reisman, Aguirre y Wandzilak.
Aunque Reisman “utilizó una mala elección de palabras”, nunca habló de los candidatos con los entrenadores que podrían reclutarlos, escribió MacKinlay.
El abogado de Haden, Brandon Fox, dijo que se esperaba que su cliente, como los directores deportivos de todas las universidades, recaudara dinero para su escuela. “En ningún momento el Sr. Haden condicionó la participación de ningún estudiante en un equipo a una donación”, dijo Fox en un comunicado. Agregó que Haden ha cooperado con la investigación del gobierno y le han dicho que “en ningún momento” estuvo “implicado de ninguna manera”.
“La USC y nuestros procesos de admisión no están en juicio”, dijo un portavoz de la universidad en un comunicado. La USC despidió a Vavic tan pronto como se hicieron públicos los cargos en su contra, agregó el vocero.
La práctica que Reisman, Heinel y Haden estaban discutiendo en los correos electrónicos (marcar a ciertos solicitantes como “VIP” por varias razones, como el potencial de su familia para donar) estaba completamente separada de la laguna que explotó Singer, escribió MacKinlay.
Los hijos de los clientes de Singer se presentaron ante un subcomité de admisiones, o “subco”, que sopesó a los solicitantes que fueron reclutados por los programas atléticos de la USC. Singer ha admitido haber sobornado a entrenadores y administradores para presentar falsamente a los hijos de sus clientes como atletas de élite, utilizando currículums falsos e imágenes escenificadas o incluso retocadas de ellos practicando deportes.
Los solicitantes que fueron marcados como “VIP” no se presentaron ante este subcomité sino ante el proceso general de admisión, según MacKinlay. Si bien un solicitante “VIP” disfrutó de una mejor oportunidad de ingresar que un estudiante normal, su tasa de aceptación “todavía era baja y considerablemente más baja que la de los solicitantes que pasaron por subco”, escribió MacKinlay.
La oficina de admisiones de la USC podría optar por admitir a un estudiante marcado como “VIP” por el departamento de atletismo, sabiendo que el solicitante era importante para el departamento porque su familia estaba dispuesta a donar a la escuela, escribió MacKinlay. “No había ninguna razón para recurrir a fingir que el solicitante era un atleta reclutado y, por lo tanto, evaluarlo a través del proceso subco”.
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