Expertos lamentan que las lecciones de la matanza de Columbine no se apliquen
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Denver (CO) — Las lecciones aprendidas, pero nunca totalmente aplicadas, tras la masacre en la escuela Columbine hace dos décadas al sur de Denver representan “oportunidades perdidas” para reducir la violencia escolar, según un reporte difundido este martes por la Universidad de Colorado en Boulder.
El informe, preparado por expertos del Centro de Estudios para la Prevención de la Violencia (CSPV, en inglés), sostiene que de haber puesto en práctica las lecciones aprendidas desde Columbine hubiese evitado el “30 % de los actuales incidentes violentos en las escuelas”.
El 20 de abril de 1999, dos estudiantes de la Escuela Columbine (Colorado) mataron a 12 alumnos y un maestro antes de suicidarse.
Este tiroteo fue entonces la peor matanza escolar en la historia de EE.UU. y generó un intenso debate nacional sobre la necesidad de un mayor control de armas.
El reporte, un documento de 150 páginas desarrollado en colaboración con la fiscalía estatal de Colorado, detalla procedimientos de prevención, protección, mitigación, respuesta y recuperación en caso de tiroteos en escuelas.
El informe enumera además recursos y herramientas de seguridad que las escuelas deben implementar, como planes de evacuación, sitio predeterminado de reunión, protocolo de comunicación con las fuerzas del orden, entre otros.
Las recomendaciones se basan en el análisis de documentos similares, desde el informe preparado por la Comisión de Revisión de Columbine en 2001 hasta documentos más recientes luego de las matanzas escolares de Sandy Hook (Connecticut) en diciembre de 2012 y de Parkland (Florida) en febrero de 2018.
Pero también se estudiaron casos en los que hubo una sola víctima, como la muerte de Claire Davis en la Escuela Secundaria Arapahoe, en Centennial (al sur de Denver) en diciembre de 2013.
Ese análisis permitió determinar que “casi siempre” la violencia escolar es premeditada, que en el 81 % de los casos el atacante compartió su plan con otra persona y que en el 93 % de los casos el atacante “había mostrado una conducta extraña o alarmante” antes del ataque.
Pero, a pesar de esas indicaciones, las personas “que ven o escuchan algo, no saben a quién llamar o cómo reportarlo”, incluso cuando existen canales y plataformas para hacerlo.
Según el informe, sólo en Colorado se evitaron 1.500 ataques en los últimos 15 años gracias a denuncias o llamadas de alerta, pero en el caso de la muerte de Davis “hubo 27 oportunidades perdidas para cambiar el curso de los eventos”.
Para Beverly Kingston, directora del CSPV, “las soluciones (a la violencia escolar) no son simples y su implementación es lenta”.
“Ya sabemos lo que funciona. La pregunta es qué debemos hacer para que las escuelas pongan en práctica lo que hemos aprendido”, dijo Kingston esta mañana al presentar su reporte.
Matthew Wynia, director del Centro de Bioética y Humanidades de la Universidad de Colorado, dijo a Efe que las acciones para prevenir la violencia son “complejas, difíciles de implementar, caras e incluso políticamente controversiales”, pero se deben encarar y crear “cambios reales”.